Eres la que todo hombre sueña.
Eres la más bella del salón.
Eres de mi amor aún la dueña.
Eres la razón de mi ilusión.
Eres esa flor que no marchita.
Eres la que muere por vivir.
Eres la pasión de mi conquista.
Eres la costumbre de existir.
Eres la que sufre por amores.
Eres la que apunta al corazón.
Eres la que curas mis temores.
Eres la que cierra aquel telón.
Eres la nostalgia que se añora.
Eres la que no se arriesga a entrar.
Eres de mis labios la deudora.
Eres la que me haces naufragar.
Eres la culpable de mis dudas.
Eres la que dice la verdad.
Eres la que entiendes mis locuras.
Eres una musa en libertad.
Este poema pertenece al libro Ciclotimia, publicado en el año 2019.
Mis otros libros
Pila Gonzalez
Creador de contenidosOtros textos que te pueden interesar
En tus brazos amantes
Puedo vivir recordando el destino. Puedo morir cada tanto, otra vez. Puedo charlar con tu sexto sentido. Puedo madurar al trigésimo mes. Puedo soñar con tus ojos gigantes. Puedo dormir sin querer naufragar. Puedo esperar en tus brazos amantes. Puedo besarte y comenzar a llorar. Puedo bailar en...
Leer másInsomnio criminal
‹‹El tribunal de la sala III de la Cámara del Crimen condena a Esteban Alberto Molinari a la pena de veinte años de prisión efectiva más una indemnización a la familia de la víctima por la suma de pesos un millón quinientos cuarenta y cinco mil setecientos…›› Las palabras sonaban...
Leer másBésame mucho: el tango que baila Maradona
Una noche de mediados de abril, mientras esperaba el autobús a Praga, en una calle solitaria de la ciudad de Gießen en Alemania, me pasó algo simpático. Hacía mucho pero mucho frío y yo me había resguardado en un hueco entre dos mamparas y techito. La espera era interminable con...
Leer másAmor eterno
Cuando lo vio por primera vez caminando por la Rambla, supo al instante que esa persona sería el amor de sus sueños. Se imaginó una vida con él. De la mano por la Barceloneta, por el Raval, por el Puerto, por el Park Güel, por el barrio de Gracia, por...
Leer másEl pasado te pisa los talones
Tus caprichos son celos encubiertos que reclaman afectos mal heridos. Tus lágrimas son ríos sin un puerto donde naufragan barcos del olvido. El pasado te pisa los talones, el futuro se asoma desafiante. No esperes que susurre a los leones si esta noche me vuelvo trashumante. Tendrás que...
Leer másRotas cadenas
Oí el ruido del portazo del auto e inmediatamente miré el reloj. Ya era la hora. Estaban acá. No había escapatoria. Sabía que tarde o temprano me encontrarían. Llevo huyendo más de dos días sin rumbo ni sentido de la orientación. No sé dónde estoy y no sé dónde voy....
Leer másDiario de un niño
Unos de los últimos recuerdos que tengo de los cinco juntos, fue cuando estábamos yendo para Olavarría. Era de noche y creo que llovía. Faltaban quince kilómetros, según le oí decir a mi padre en un pensamiento en voz alta que tuvo. Íbamos al velorio del tío Pepe Muñoz. Yo...
Leer másEl otoño en Alejandría
Una tarde como muchas otras, volvía yo de la escuela camino hacia mi casa. Podría haber sido 14 de febrero para los románticos de turno, pero me da pena decirles que era otoño, ya que las hojas habían empezado a caer con mayor esmero y, como sabemos, en mi pueblo,...
Leer másDespués de tanto, comprendió
Después de tanto escapar se sintió cansada y descubrió que el problema de su cansancio se debía a escapar tanto. Después de tanto sufrir se sintió angustiada y descubrió que el problema de su angustia se debía a sufrir tanto. Después de tanto amar se sintió perdida y...
Leer másDe padre a perro
Estuve con el Chuzito el otro día, Tronco. Me lo crucé en el baldío y como estábamos solos, aproveché para hablarle y darle algunos consejos. Como si fuera un padre, ¿viste? ¿Te acordás que te conté que tengo ese presentimiento de que el Chuzito tiene alguna parte mía? Por mis...
Leer másPor buenudo
No, Tronco. ¡No no y no! A mí sólo me pasa esto. Que pedazo de boludo que tengo que ser. ¿Cómo no pienso antes? Decíme Tronco, ¿porque soy tan arrebatado, loco? No aprendo más. Yo no tropiezo dos veces con la misma piedra, tropiezo veinte. Pero te cuento porque ya...
Leer más