Dejar los mapas en modo avión

globe, ink, rustic-3441673.jpg

Me gusta caminar las ciudades.

Explorarlas.

Ir más allá.

Buscar sus secretos escondidos.

Descubrir como son

detrás del maquillaje turístico.

Intentar comprender cómo piensan.

Cómo sienten.

Cómo respiran.

 

Dejar los mapas en modo avión.

Perderme por ahí.

Donde no llega

la masa enardecida de turistas,

cámara en mano,

con intención de devorarlo todo a su paso.

 

Me divierte encontrarme

con esa chica que corre,

con el fotógrafo que intenta retratar

a unos mellizos escurridizos,

con esa joven que hace yoga

al aire libre,

con el señor que alimenta

a las palomas,

con el oficinista que busca la calma

en un banco bajo una planta,

con aquella adolescente

que dibuja descalza

sentada en el pasto,

con el padre que le alcanza la pelota

a su hijo,

con la chica de lentes

que lee sin parar,

con el muchacho que toma sol

semi desnudo,

con la mamá que da el pecho

sin tabúes,

con esos amigos que pasean

en sillas de rueda.

 

Me gustan esos sitios donde

nadie finge ser alguien que no es

o no quiere ser.

Donde los únicos sonidos que se perciben

son el viento,

los árboles,

los pájaros,

las hojas de un libro pasar,

los besos de los enamorados.

Sonidos de chicos correr,

manos aplaudir,

perros felices.

 

Esos lugares no son tan difíciles

de encontrar para el viajero entrenado.

Solo hace falta salir del circuito.

Del sistema.

Del escenario que nos arman.

Son esos escondites mágicos

como ese parque a las afuera de Bratislava,

donde vi como el tiempo se detuvo

y esperó,

latente,

sin prisas,

que un argentino errante

tomara su cuaderno

y dejara plasmado en palabras

sus más sinceras emociones.

Este poema pertenece al libro Ciclotimia, publicado en el año 2019.

Mis otros libros

La soledad del alma

Pila Gonzalez

Creador de contenidos
Me gusta lo simple. Juntarme a comer y tener una buena charla con mis amigos, salir a correr, sentarme a leer en un parque, escribir en cuadernos, recorrer lugares caminando. Enamorado de los Balcanes, me autodenomino un catador de cafeterías por el mundo.
Más sobre mí

Otros textos que te pueden interesar

typewriter, vintage, old-1248088.jpg

¿Por qué escribo?

—¿Por qué escribís?—me pregunta la hoja en blanco de mi cuaderno. No supe que contestarle. Nunca me habían hecho esta pregunta y tampoco nunca me había puesto a pensar en una respuesta. Así que me la quedé mirando. Viendo los renglones que poco a poco iban incorporando palabras. Palabras salidas...

Leer más
lost places, hallway, abandoned-776297.jpg

Vigilia

Me mira. Yo sé que me mira. Sus ojos fríos se me clavan en el medio de la espalda. Gigantes. Brillando en la penumbra. Filosos como sus dientes. Esperando el momento. Me está midiendo. Agazapado. Latente. Buscando la oportunidad en que baje la guardia. Al acecho. Como el depredador que...

Leer más

Ahora sí que estamos fritos

¡Ay, Tronco querido! Mi viejo amigo. No tenés ni la más puta idea de lo que acaba de ocurrir. ¡Ay, mamita santa! Estoy con las patitas temblando. El quilombo que se armó con ese juicio al Pirata. No sabés. Que barbaridad, che. ¡Qué cosa de locos! Yo no se bien...

Leer más

Don Pedrín es mi pueblo

Rincón donde se inspiran los poetas, cantina donde el tiempo se detiene, bodega donde el teatro se entretiene, espacio de nostalgias y profetas.   Parador de escritores y viajantes, refugio de bohemios y extranjeros, residencia de tanos y tangueros, escondite de actores y de amantes.   Su comida, el servicio,...

Leer más

El japonés más bostero del mundo

En Japón lo extraño es uno, por más extraño que parezca. Los trenes viajan repletos de gente que lo hace en silencio y estresada. Sólo posan la vista en libros o en las pantallas de celulares estrambóticos. Los adultos miran dibujitos animados que lo llaman Animé o leen historietas que...

Leer más
religion, faith, hand-3717899.jpg

Hay Dioses para tirar para arriba

Hay dioses para tirar para arriba, escribió Martín Caparrós en una de sus columnas en el Diario El País de España, y la oración —en el sentido gramatical de la palabra— me quedó resonando en los oídos de mi alma no creyente. Así, sin más, me fui a buscar en Google —el Dios de Internet— y...

Leer más
lost places, room, living room-4016644.jpg

El pasado te pisa los talones

Tus caprichos son celos encubiertos que reclaman afectos mal heridos. Tus lágrimas son ríos sin un puerto donde naufragan barcos del olvido.   El pasado te pisa los talones, el futuro se asoma desafiante. No esperes que susurre a los leones si esta noche me vuelvo trashumante.   Tendrás que...

Leer más
smoke, human, alone-1031060.jpg

Mi lucha interior

Cierro mis ojos. Intento concentrarme. No puedo. Los recuerdos y pensamientos están por todas partes. Lucho contra ellos. Terminan por vencerme como lo hacen siempre. Son más fuertes que yo. Están mejor preparados que yo. Llevan años de entrenamiento y disciplina. Es una batalla que tengo perdida desde hace mucho....

Leer más
media, social media, apps-998990.jpg

Sorteo en Redes

Antes de seguir leyendo (o de empezar a leer) le tenes que dar me gusta a este texto y seguirme en las 19 redes sociales que tengo. Luego compartirlo 26 veces en Facebook, 32 en Instagram, 43 en Twitter, 57 en Pinterest, 64 en YouTube y otro tanto en LinkedIn....

Leer más
heart, red, rope-3085515.jpg

El más bobo de los bobos

Mi corazón es una gran invitación al amor. Es tan frágil y débil que no soporta el dolor. Sueña con que lo acaricien sin pensar en el pasado, esperando el milagro de los besos añorados.   De vez en cuando se anima a pensar en carreteras. Glorifica esos hermosos recuerdos...

Leer más
future, home, security-4022722.jpg

Psicópata

Advertencia: Este cuento contiene episodios con violencia, sexo y diálogos inapropiados para menores. Empecé robándome los vueltos de los mandados. Era muy fácil engañar a mi madre diciéndole que las cosas habían aumentado. Era época de hiperinflación y no dudaba de mis palabras ya que era su hijo preferido. Igual,...

Leer más
mount maunganui, summit, landscape-4795803.jpg

Aléjense de Jon de Mount Maunganui

La situación se había ido de las manos. La diplomacia no resultó como pensábamos y yo estaba a punto de recibir el primer puñetazo de mi vida en la cara. El futuro agresor era una mezcla de Kiwi y Maorí. Un gordo fornido. Manos anchas. Cuello rollizo. Brazos seguros. Avanzaba...

Leer más

¿Conectamos?

pilag6@gmail.com

Berlín, Alemania

    Dejá un comentario

    Tu dirección de correo electrónico no será publicada. Los campos obligatorios están marcados con *