La inconclusa levedad de ser

woman, alone, crowd-2666433.jpg

Existen en el mundo millones de historias de amor incompletas por diferentes motivos; olvidos de comunicar la separación por parte de alguno de los involucrados, muertes prematuras de uno de los enamorados o porque al cartero del pueblo se le pierde la carta que contenía la sentencia final de un amor inconcluso. Esta última historia es la que voy a tratar en este pequeño y humilde relato.

Empecemos con un juicio de valor muy personal. Me aferro a la desaprobación de que terminar una relación por carta siempre fue para mí de los actos más indecorosos que se les puede achacar al ser humano, independientemente del género que le corresponda. De una bajeza vil y canalla por parte de los escribientes. Así fue como sucedió en Comodoro Rivadavia una fría mañana de otoño del año 1982.

Lucrecia y Javier habían coincidido en una reunión organizada por el Círculo Naval de la ciudad. Ambos, hijos de Capitanes de barcos, acudieron a este evento en carácter de familiares invitados. Ambos se habían negado a ir en un principio por considerar estos encuentros aburridos, pero la insistencia de sus padres pudo más y concurrieron a la reunión contra su voluntad. Fue precisamente por esto último que desde el comienzo de la relación tuvieron cuestiones en común. Al cabo de un año ya estaban planeando irse a vivir juntos ni bien terminaran el colegio secundario.

A todo esto, hay que comentar que los padres de Javier ya habían decidido mudarse a Estados Unidos por motivos laborales y personales, y porque querían que su hijo tuviera una mejor educación. Javier lo sabía desde hacía meses y se oponía a sus padres. El quería seguir su vida en Comodoro Rivadavia tal cual como lo había hecho durante sus primeros diecisiete años de vida. Había nacido y crecido en esa ciudad, tenía a todos sus amigos y, principalmente, tenía a Lucrecia, su primer y único amor. Pero sus padres ya tenían la decisión tomada, habían vendido la casa y habían comprado los pasajes para San Francisco.

Javier estaba muy enamorado de Lucrecia y no se animaba a contarle que se iría a vivir a otro país, a otro mundo. Por quince días trató de buscar las palabras adecuadas, pero no pudo encontrar ninguna. Al final, con la fecha de partida sobre sus hombros, decidió que le enviaría una carta explicando lo sucedido, escribiendo en detalle toda la situación, y culminando con un “…te amaré por siempre”.

Terminó de redactar la carta minutos antes de subirse al taxi que lo llevaría al aeropuerto. Le pidió a su padre que la depositara en el buzón de la esquina. Su padre comprendió al instante el contenido de esta y, sin decirle una palabra, tomó el sobre de las manos de Javier y lo puso en el buzón. Y eso fue todo para esta familia en Comodoro Rivadavia.

Esa misma tarde sucedieron tres hechos significativos para el país y para esta historia. Uno a nivel nacional, otro a nivel local y el último a nivel personal. El presidente de facto, Reynaldo Bignone, llamó a elecciones democráticas para el país luego de seis años de dictadura militar poniendo fin a una época triste para la República. José Fernández, cartero del Correo Argentino en Comodoro Rivadavia, recogió todas las cartas del buzón de la esquina de la ex casa de Javier en el mismo momento que una ráfaga de viento hizo que se volara y perdiera para siempre la carta escrita por este joven horas antes. Y Lucrecia salió del consultorio del doctor Espósito con los resultados positivos de un embarazo de tres meses.

Javier y Lucrecia, Lucrecia y Javier nunca más se volvieron a ver. Nunca más supieron uno del otro. Ambos continuaron con sus vidas separadas e inconclusas.

Lucrecia tuvo a la pequeña Leticia, que crió sola con la ayuda de sus padres. Javier estudió en la Universidad de California, obteniendo un doctorado en Ciencias de la Comunicación. Lucrecia nunca más pudo enamorarse ni formar pareja. Javier tuvo infinitos romances y continuó terminando sus relaciones amorosas por carta, con resultados mucho más efectivos debido a sus estudios en el tema.

Este cuento pertenece al libro El momento RANDOM, publicado en el año 2021.

Mis otros libros

La soledad del alma

Pila Gonzalez

Creador de contenidos
Me gusta lo simple. Juntarme a comer y tener una buena charla con mis amigos, salir a correr, sentarme a leer en un parque, escribir en cuadernos, recorrer lugares caminando. Enamorado de los Balcanes, me autodenomino un catador de cafeterías por el mundo.
Más sobre mí

Otros textos que te pueden interesar

¡Oh! El amor, el amor

¡Tronco! Tronquito de mi corazón. ¿Cómo dice que le va al perrito más bonito de la cuadra? Mi chiquito lindo, esos cachetitos el buldogcito. Dichosos los ojos que te ven mi querido amigo, Tronco. Mucho no te puedo dedicar hoy, Tronquito porque me tengo que preparar para ir a la...

Leer más
man, face, portrait-1845814.jpg

Después de tanto, comprendió

Después de tanto escapar se sintió cansada y descubrió que el problema de su cansancio se debía a escapar tanto.   Después de tanto sufrir se sintió angustiada y descubrió que el problema de su angustia se debía a sufrir tanto.   Después de tanto amar se sintió perdida y...

Leer más
portrait, people, darkness-3113651.jpg

Experto en amores imposibles

Soy cautivo de labios traicioneros, experto en amores imposibles, suicida de romances verdaderos, resuelto en pasiones discutibles.   Soy torpe para grandes ilusiones, idóneo en fracasos del corazón, vagabundo de falsas ambiciones, débil para cuestiones sin solución.   Soy traidor de mis sueños más valientes, leyenda en las noches desveladas,...

Leer más
woman, solitude, sadness-1958723.jpg

La soledad del alma

Siempre consideré que aquellos que deseaban morirse eran seres desagradecidos de la vida. Sin embargo, hoy puedo afirmar sin ningún pudor ni orgullo perdido que, acallar para siempre esta mente perturbada y sin esperanzas es el único anhelo que me queda. No existe nada peor que sufrir la soledad del...

Leer más
coffee, pen, notebook-2306471.jpg

Oda a la hoja en blanco

Me mira desafiante. Impoluta. Altanera.   Me busca y me encuentra Sabe, conoce de mañas.   No tiene miedos. Yo si. Igual la desgarro.   Palabras huérfanas. —Perras negras—. Manchas en el papel.   ¿Por qué tal cosa? Ni yo lo sé. Solo me expreso como puedo.   Amaso el...

Leer más
old woman, desert, old age-574278.jpg

La bruja

Decidí ir a visitar a la bruja de mi suegra. Luego del trágico accidente que sufrieron mi esposa y mi suegro resolvimos, junto a mis hijos, llevarla a un hogar de retiro. Había quedado sola en el mundo y no tenía más familiares que nosotros. Aunque, a decir verdad, nunca...

Leer más
clown, circus, painting-678042.jpg

El payaso Almodóvar

Estaba viejo y sus chistes ya no causaban el efecto de antes. Por eso el administrador le había comunicado que esta sería su última gira con el circo. Lo iban a remplazar por un dúo de payasos más jóvenes que él, y que, aceptando la realidad, su tiempo había pasado....

Leer más

Por buenudo

No, Tronco. ¡No no y no! A mí sólo me pasa esto. Que pedazo de boludo que tengo que ser. ¿Cómo no pienso antes? Decíme Tronco, ¿porque soy tan arrebatado, loco? No aprendo más. Yo no tropiezo dos veces con la misma piedra, tropiezo veinte. Pero te cuento porque ya...

Leer más
writer, typewriter, author-1421099.jpg

¿Y si esto es un Manual de Estilos?

(ponele los signos de puntuación que quieras y dónde quieras, yo no tengo ganas) Y bueno. Y a veces me cansan las reglas ortográficas y me da por escribir libre, como se me canta. Y si lo importante, al final, es que tenemos que llegar a los lectores. Y mucho antes...

Leer más

Una carmelita descalza

Y así estamos, Tronquito querido. Seguimos en la lucha, hermano. No te voy a negar que las cosas cambiaron desde que llegó la Doña Coquita, pero en lo que respecta a la Lolita, todo igual, viejo. Histeriqueos de adolescentes.  ¡Ah! No. Pará. Antes que me olvide. ¿A qué no sabes...

Leer más
Durres

Siempre tendremos Durrës

Sin buscarnos nos encontramos en el rincón menos pensado de Europa. Llegaste una tarde cualquiera de aquella primavera albanesa, con esa sonrisa que te caracteriza, tan tuya, tan mía y que se convirtió en el desayuno de cada mañana, en los paseos por la playa. En el más asombroso atardecer...

Leer más
girl, rain, femininity-3954232.jpg

Daría todo por ti

Daría lo que no tengo por tenerte entre mis brazos un segundo más de mi vida.   Por volver a ver tu sonrisa. e impedir que vuelvas a derramar una sola lágrima. Por cuidarte. Por amarte como te mereces. Por dejar de jugar y no incomodarte. Por recuperar el tiempo...

Leer más

¿Conectamos?

pilag6@gmail.com

Berlín, Alemania

    Dejá un comentario

    Tu dirección de correo electrónico no será publicada. Los campos obligatorios están marcados con *