I
Imaginaron que vivían
en un mundo ideal
y se olvidaron
que existían
planetas
limítrofes
II
Tanto se ha escrito sobre la Luna
que los verbos se aburrieron
de tanta conjugación inútil
y de familiarizarlos
con infinitos
y torpes adjetivos.
III
Quiso perderse en el infinito de su mirada
y lo único que consiguió fue terminar
en el rincón de sus pesadillas.
IV (Haiku I)
¿Somos conscientes
que la vida se rige
por la infinitud?
V (Haiku II)
El cuerpo huye
la maldita rutina
Sentir la brisa
VI
Quiso matizarle
el corazón
pero se perdió
en la geografía
de su cuerpo.
VII (Haiku III)
Cómo te extraño.
Cuando llega la noche
tus piernas se van.
VIII
Tenía la llave
de todas sus libertades
Disponía del tiempo
sin dar explicaciones
IX
Compartían los mismos desvelos,
pero distintos eran sus sueños.
X (Haiku IV)
¿Por dónde empezar
a buscar el verano?
El alma llora.
XI
La primera vez que la vi
lucía resplandeciente.
Su presencia
iluminaba todos los sentidos.
Estábamos en un funeral
y ella era la actriz principal.
XII
Lo invitó a alejarse en su vida
sin sospechar que con él
se iba yendo la suya.
XIII (Haiku V)
Sólo me queda
recorrer varias millas
Soñar despierto.
XIV
Eran amigos sin límites
ni derechos de admisión.
XV
Lloré fuerte tu partida
Lloraré aún más fuerte
tu regreso
XVI (Haiku VI)
Estamos cerca
de encontrar el camino.
Más lejos que ayer.
XVII
Se volvieron a encontrar
al amanecer.
Ella seguía en pijamas
esperando un beso.
Él sólo deseaba
ponerse su corbata
y partir.
XVIII
Descubrió que nada era suficiente
cuando de olvidos se trataba.
XIX
Sin preocuparse demasiado
por las apariencias,
dejó que la besaran
delante de su vida.
XX
Siempre llega ese momento
en que Peter Pan
se jubila
y Cenicientas
cuelga los zapatos.
Este poema pertenece al libro Ciclotimia, publicado en el año 2019.
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Pila Gonzalez
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