Ya no disfruto de las simples cosas.
Ya no recuerdo como era el placer.
Ya no enamoran mil ramos de rosas.
Ya no más a tu lado amanecer.
Ya no me excitan las tardes en vela.
Ya no me ladran tus perros sin razón.
Ya no comeré lasañas de abuela.
Ya no formo parte de tu corazón.
Ya no me cree mi morena bella.
Ya no hay Fernet que comparta contigo.
Ya no habrá cielo para mi estrella.
Ya no rechazo consejos de amigos.
Ya no me duermo pensando en ella.
Ya nunca más Buenos Aires querido.
Este poema pertenece al libro Ciclotimia, publicado en el año 2019.
Mis otros libros
Pila Gonzalez
Creador de contenidosOtros textos que te pueden interesar
Vigilia
Me mira. Yo sé que me mira. Sus ojos fríos se me clavan en el medio de la espalda. Gigantes. Brillando en la penumbra. Filosos como sus dientes. Esperando el momento. Me está midiendo. Agazapado. Latente. Buscando la oportunidad en que baje la guardia. Al acecho. Como el depredador que...
Leer másRécord
La tarde se escondía tras los morros para darle paso a la noche. Yo intentaba dominar mi preocupación con respiraciones largas y profundas. El tiempo se me terminaba. Mi récord corría peligro. La sangre continuaba derramándose como nunca. Yo seguía sin poder retirar el cuchillo del abdomen de mi cuarta...
Leer másY así, de golpe
Y así, de golpe, sin mediar otro pensamiento, me dieron ganas de preguntarle si lo nuestro era sólo amor o algo más profundo, como un sexo bien realizado, en diferentes locaciones, de un albergue solitario, en un país balcánico. Pero no me animé. No quise estropear el momento con cursilería...
Leer másEl regreso de la Doña
Tronco, ¿Sabés lo que me enteré? No lo vas a poder creer. Se anda diciendo por el baldío que la Coquita va a volver al barrio. Se dice que le van a dar la condicional en la perrera porque no la pueden tener más ahí. Cuentan que está más brava...
Leer másRotas cadenas
Oí el ruido del portazo del auto e inmediatamente miré el reloj. Ya era la hora. Estaban acá. No había escapatoria. Sabía que tarde o temprano me encontrarían. Llevo huyendo más de dos días sin rumbo ni sentido de la orientación. No sé dónde estoy y no sé dónde voy....
Leer másSe terminó la joda
Tronco, querido. Te vengo a anunciar oficialmente que se terminó la joda en el barrio. Sí. Así como te lo digo. Ayer, cerca de la medianoche, hizo la tan esperada aparición la Doña Coquita. Organizó una reunión enseguida en el baldío y puso las nuevas reglas. Así nomás. Sin preámbulos....
Leer más¡Oh! El amor, el amor
¡Tronco! Tronquito de mi corazón. ¿Cómo dice que le va al perrito más bonito de la cuadra? Mi chiquito lindo, esos cachetitos el buldogcito. Dichosos los ojos que te ven mi querido amigo, Tronco. Mucho no te puedo dedicar hoy, Tronquito porque me tengo que preparar para ir a la...
Leer másOda al Fernet
Oh! Aliado de mis noches, compañero de aventuras. Tú conoces mis reproches y conoces mis locuras. Oh! Manjar de la esperanza, traicionero de memorias, confesarte mis andanzas, serte fiel con las victorias. Oh! Delicia de los bares de esos viernes sin secretos, complaciendo paladares y un sabor casi...
Leer más