A pesar de las incontables cicatrices
que tengo por todas las aristas del corazón,
sigo creyendo en el amor.
Apostándolo todo.
No guardándome nada.
Siempre a ganador.
Llámame ingenuo.
Nunca cobarde.
Llámame loco.
Nunca cobarde.
Con cada romance,
con cada nueva luz,
nace una esperanza renovada.
Imperceptible para los de afuera.
Incontenible para los de adentro.
Energía que curas las heridas.
Llámame soñador.
Nunca cobarde.
Llámame irreal.
Nunca cobarde.
Con la mirada puesta en el presente
y el miedo bien escondido en un cajón
Sigo creyendo en el amor
Sonriéndole a la vida.
Haciendo pactos con mi pasado.
Permitiéndome ser.
Llámame idealista.
Nunca cobarde.
Llámame crédulo.
Nunca cobarde.
Nunca, pero nunca,
cobarde…
Este poema pertenece al libro Ciclotimia, publicado en el año 2019.
Mis otros libros
Pila Gonzalez
Creador de contenidosOtros textos que te pueden interesar
El tiempo que tardé
El tiempo que tardé en quererte fue el mismo que tú esperaste en responder a ese mensaje sin pensar en el presente. El tiempo que tardé en mirarte es el que esperan mis labios, que recorren como sabios para lograr acariciarte. El tiempo que tardé en conocerte desfiló...
Leer másUn final premeditado
Decidió matarla y luego suicidarse. No podía soportar tanto dolor en sus entrañas. Tampoco podía soportar el sufrimiento perpetuo de ella. La vida no tenía más sentido para ninguno de los dos. La luz se terminó de extinguir para ambos y ya no quedaba nada que hacer en el mundo....
Leer másEl japonés más bostero del mundo
En Japón lo extraño es uno, por más extraño que parezca. Los trenes viajan repletos de gente que lo hace en silencio y estresada. Sólo posan la vista en libros o en las pantallas de celulares estrambóticos. Los adultos miran dibujitos animados que lo llaman Animé o leen historietas que...
Leer másEl amor a veces duele
¿Sabés, Tronco? Estuve con el Perico y me invitó a que me vaya un fin de semana de estos a los campos con él. Me habló de acampar cerca de la laguna, de pescar, de corretear libres por el bosque, de hacernos un tratamiento de barro para el pelaje y...
Leer másPerdidos en los campos
¡No me hables, Tronco! Tengo una calentura que vuelo, mirá. Pero esto es culpa mía. Yo sabía en lo que me metía. Pero, no. Igual fui. Cabeza dura que soy. Estoy que no doy más, che. Al final, me fui unos días a los campos a descansar y lo que...
Leer másAhora soy
¿Qué será lo siguiente? Eso es lo lindo. No saberlo. Aunque la ansiedad de lo que vendrá me desgarre por dentro, no quiero saberlo. Quiero experimentarlo. Porque ahora que, después de tanto buscarlo, pude lograr vivir mi vida en tiempo presente, en estado consciente. No me preocupa el...
Leer másFin del recreo
Lo único que se escuchaba esa tarde en la Escuela Primaria Normal N° 3, era el bullicio de los alumnos mientras disfrutaban de los pocos minutos de recreo que tenían. La campana estaba por sonar, todos lo sabían, pero continuaban con sus juegos tratando de vencer, en sus precoces mentes,...
Leer másA veces me pregunto
A veces me pregunto si vale la pena gritar, y me quedo callado. A veces me pregunto si vale la pena reír, y me quedo llorando. A veces me pregunto si vale la pena soñar, y me quedo despierto. A veces me pregunto si vale la pena...
Leer másInstrucciones para respirar
Es importante que se encuentre vivo. Caso contrario, no lo intente porque de todas formas no lo logrará. Para verificar su existencia intente respirar; si puede, está vivo; si no, sería en vano continuar leyendo estas instrucciones ya que, al fin de cuentas, ni podría respirar ni podría leer. Ahora,...
Leer másLa última oportunidad
Corría el mes de las elecciones cuando Héctor sintió esa sensación de cosquillas en la panza. Hacía mucho tiempo que no le pasaba algo semejante. La esperanza de un futuro mejor se avecinaba. Era el momento más ansiado de su vida, aunque él imaginaba que vendría algo mucho mejor. Tenía...
Leer másCharlas de bar
—¿Te enteraste lo del Cacho? Sacó redoblona, a dos cifras y a tres cifras, todo esta misma semana que pasó. —¡Qué julapo este Cacho! Tiene más culo que camote. —Pero se lo tenía merecido el pobre. —¡Qué pobre ni que minga! E’ un hijo de puta. Lo...
Leer másAmor eterno
Cuando lo vio por primera vez caminando por la Rambla, supo al instante que esa persona sería el amor de sus sueños. Se imaginó una vida con él. De la mano por la Barceloneta, por el Raval, por el Puerto, por el Park Güel, por el barrio de Gracia, por...
Leer más