Puedo vivir recordando el destino.
Puedo morir cada tanto, otra vez.
Puedo charlar con tu sexto sentido.
Puedo madurar al trigésimo mes.
Puedo soñar con tus ojos gigantes.
Puedo dormir sin querer naufragar.
Puedo esperar en tus brazos amantes.
Puedo besarte y comenzar a llorar.
Puedo bailar en la lluvia marchita.
Puedo tentar tu sonrisa con arte.
Puedo comer las resacas de ayer.
Puedo buscar donde el amor habita.
Puedo amanecer sin poder amarte.
Puedo partir y al instante volver.
Este poema pertenece al libro Ciclotimia, publicado en el año 2019.
Mis otros libros
Pila Gonzalez
Creador de contenidosOtros textos que te pueden interesar
Amor eterno
Cuando lo vio por primera vez caminando por la Rambla, supo al instante que esa persona sería el amor de sus sueños. Se imaginó una vida con él. De la mano por la Barceloneta, por el Raval, por el Puerto, por el Park Güel, por el barrio de Gracia, por...
Leer másLa cagada que me costó una coima
¿Alguna vez les pasó que tuvieron que pagar una coima por una cagada, literal? Bueno, a mí sí. Eran las cinco de la mañana y estaba sentado en una combi viajando desde Malasia hasta Tailandia. No sé si fueron los nervios de pisar un nuevo país, la Coca Cola con...
Leer másUna carmelita descalza
Y así estamos, Tronquito querido. Seguimos en la lucha, hermano. No te voy a negar que las cosas cambiaron desde que llegó la Doña Coquita, pero en lo que respecta a la Lolita, todo igual, viejo. Histeriqueos de adolescentes. ¡Ah! No. Pará. Antes que me olvide. ¿A qué no sabes...
Leer másEse lugar cualquiera
Podemos arrancar creando desde lo musical. Siempre es una buena opción para empezar. Entonces: Jazz de fondo o Tango instrumental o House, cuando se lee o escribe. Serú Giran o Soda Stereo Unplugged o Sabina o Queen, cuando no se lee o escribe. Después ya nos metemos de...
Leer másEl julepe de andar solo
Bueno, Tronco. Como te iba contando ayer antes de que me cagara. Cuando los grillos del bosque me sacaron carpiendo anduve deambulando sin saber para donde disparar entre los bosques. No te imaginas el julepe que tenía. Estaba todo oscuro, había muchos sonidos extraños, sombras que se me aparecían mientras...
Leer másSe armó la gorda
¡Tronco! ¡Tronco! ¡Pará! No sabés lo que pasó. Ni te imaginas el quilombo que se armó esta mañana. De no creer. Mirá. Mírame las patitas. Todavía estoy temblando. Que nervios, che. Nunca viví nada parecido en mi vida. Déjame recuperar el aliento y te cuento. Ay, mamita. Que feo se...
Leer másOda a la hoja en blanco
Me mira desafiante. Impoluta. Altanera. Me busca y me encuentra Sabe, conoce de mañas. No tiene miedos. Yo si. Igual la desgarro. Palabras huérfanas. —Perras negras—. Manchas en el papel. ¿Por qué tal cosa? Ni yo lo sé. Solo me expreso como puedo. Amaso el...
Leer másA veces me pregunto
A veces me pregunto si vale la pena gritar, y me quedo callado. A veces me pregunto si vale la pena reír, y me quedo llorando. A veces me pregunto si vale la pena soñar, y me quedo despierto. A veces me pregunto si vale la pena...
Leer másEl payaso Almodóvar
Estaba viejo y sus chistes ya no causaban el efecto de antes. Por eso el administrador le había comunicado que esta sería su última gira con el circo. Lo iban a remplazar por un dúo de payasos más jóvenes que él, y que, aceptando la realidad, su tiempo había pasado....
Leer másEl tiempo que tardé
El tiempo que tardé en quererte fue el mismo que tú esperaste en responder a ese mensaje sin pensar en el presente. El tiempo que tardé en mirarte es el que esperan mis labios, que recorren como sabios para lograr acariciarte. El tiempo que tardé en conocerte desfiló...
Leer másInstrucciones para respirar
Es importante que se encuentre vivo. Caso contrario, no lo intente porque de todas formas no lo logrará. Para verificar su existencia intente respirar; si puede, está vivo; si no, sería en vano continuar leyendo estas instrucciones ya que, al fin de cuentas, ni podría respirar ni podría leer. Ahora,...
Leer másUn final premeditado
Decidió matarla y luego suicidarse. No podía soportar tanto dolor en sus entrañas. Tampoco podía soportar el sufrimiento perpetuo de ella. La vida no tenía más sentido para ninguno de los dos. La luz se terminó de extinguir para ambos y ya no quedaba nada que hacer en el mundo....
Leer más