Hasta la vuelta

Listo, Tronco. Paso a despedirme que mañana temprano salgo para los campos con el Perico y el Chuzo. Te voy a extrañar, viejo. Pero no te pongas mal que en menos de que cante un gallo estoy devuelta contándote todo lo que pasó en este viaje. Dejáles cariños a la Panchita y si lo ves al Capitán, mandále un abrazo que no me pude despedir de él. Recién fui hasta lo del Colorado, me la pasé ladrando en la puerta, pero no salió nadie.

Che, Tronco, demás está decir que te dejo a cargo de todo esto. Ya sé que no podés moverte de donde estás, pero pispeame todo desde la reja. Sobre todo a la Lolita. Quiero que me cuentes si la llegas a ver y que hace. Serías una especie del Perro Bond. Jeje. “Bond, Tronco Bond, para servirles…”, jaja. ¡Qué hijo de puta! ¿Te imaginas? Pero en serio, Tronco. Vos mantenéte firme y pegá dos ladridos desde acá que todos te respetan y te van a hacer caso.

Sabés que me había hecho una lista de cosas para hacer allá, se las dije al Chuzo y este me dice:

—Dejemos que el universo y el destino provean, Manchitas. No planifiquemos el futuro.

Y me cagó todos los proyectos. Hasta casi me sacó las ganas de ir, mirá. Este perro me va a dejar más blanco de lo que ya estoy. Yo quería aprender a pescar en la laguna, dormir bajo las estrellas en el medio del campo, salir a trotar por las mañanas y las tardes, pero no. Ahora no tengo ganas de hacer nada de todo eso. Igual me voy, Tronco. Sabes que lo necesito. Despejarme un poco y volver renovado.

¡Ah! Casi me olvido de contarte. Con el apuro casi se me pasa. ¡Que cabeza la mía! Estuve con el Felipe hoy a la tarde y me pasó la data de cuando vuelve la Coquita, perdón, la Doña Coquita. Resulta que lo de hacerse la loca en la perrera no funcionó la otra vez y por eso no la largaron. Pero ahora dicen que está más dócil y que ayuda a los cachorritos nuevos que llegan a ese lugar. Entonces parece que en una o dos semanas le dan la condional por un tiempo. Le van a poner una especie de chip o no sé qué mierda en la oreja para tenerla controlada. Y se viene devuelta para el barrio. Me decía el Felipe que la Matilde está re cagada en las patas (haceme acordar que te cuente algo de la Matilde antes de que me vaya) y que el Pirata se anda haciendo el loco boqueando que él es el perro más bravo del barrio y no sé qué otras pavadas más, pero que también esta con julepe el mastodonte. Qué lindo que se va a poner esto. No me lo pierdo ni loco el regreso.

Y la noticia bomba de último momento es que la Matilde y la perrita que vive enfrente de la canchita, creo que se llama India, esa que el Chuzo le anduvo haciendo la visita un par de semanas, están preñadas y seguro que las dos quedaron preñadas del Chuzo. Yo no sé cómo hace ese perro hijo de puta. Mirá que yo tengo lo mío con la Matilde y alguna que otra perrita de por ahí y nunca dejé a ninguna con el bombo lleno, pero el Chuzo las olfatea nomás y le nacen un par. Al final voy a terminar creyendo que es un perro místico y toda esa huevada que dice del amor, la paz y el cosmos. Qué se yo. Yo no le quise decir nada igual al vago, para no distraerlo del viaje, que ya bastante anda pelotudeando, pero cuando se entere se va a querer morir. Pero se lo tiene merecido, che. Alguna vez se va a tener que hacer cargo de algo y dejar de andar vagueando por ahí y dejando crías desparramadas por todo el barrio y los alrededores. Es grande el orejudo y sabe lo que hace. Por más hippie que sea, hay responsabilidad, viejo. ¡La puta madre! Y no me quiero calentar, loco.

Bueno mi querido amigo. Ahora sí. Llegó el momento de retirarme. Me voy. Silbando bajito y con pasos cortitos me despido hasta la próxima. Nos vemos a la vuelta, Tronquito. Cuidáte mucho.

No me extrañes tanto viejo que es poco tiempo.

FIN PRIMERA TEMPORADA

Pila Gonzalez

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Me gusta lo simple. Juntarme a comer y tener una buena charla con mis amigos, salir a correr, sentarme a leer en un parque, escribir en cuadernos, recorrer lugares caminando. Enamorado de los Balcanes, me autodenomino un catador de cafeterías por el mundo.
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