Sentirla cerca
a pesar de las distancias geográficas
que nos separan
es el mayor alivio que experimento.
Y eso que en estas épocas
de olvidos precoces
nadie sale ileso.
A pesar de todo,
seguimos en contacto.
Hablando casi todos los días.
Un “buenas tardes”,
un “¿cómo estás?”
son frases que parecen minúsculas
pero que son muy acertadas
y que caen
en el momento justo del día:
cuando más lo necesito.
A veces pienso
que nuestra separación
debió tener otros matices.
Una escala mayor de reproches,
guerras de egos
y orgullos más elevados.
Pero no.
No hubo nada de eso.
Ni gritos,
ni patadas lanzadas al aire,
ni caprichos exagerados.
Algunos llantos normales y pasajeros
por la culminación
de una relación de ocho años.
Algún reclamo
que se fue difuminando
con el correr de las charlas.
Y nada más.
Sin embargo,
cuando llega la noche
y nuestras suelas
han pisado ciudades distintas,
y nuestros cuerpos
se han acurrucado
en otros cuerpos distintos,
la recuerdo.
La extraño.
La imagino caminando
por los rincones más recónditos
de un raro país.
Sin mí.
Buscando el fantasma de la felicidad.
Enamorándose de ese farolito
que ilumina la esquina
de una callejuela
que no da a ninguna parte.
Queriendo iniciar una nueva etapa.
Un recorrido que no incluye
la palabra “Nosotros”.
La vida avanza
y no se detiene a pensar.
No te da tiempo para procesar,
para reflexionar,
para recordar.
Así y todo,
me resguardo en la tranquilidad
de que siempre fue,
es
y será mi cable a tierra.
Este poema pertenece al libro Ciclotimia, publicado en el año 2019.
Mis otros libros
Pila Gonzalez
Creador de contenidosOtros textos que te pueden interesar
Memorias de un viejo ventilador de pie
Hola. Soy un viejo ventilador de pie. No recuerdo bien cuando llegué a la familia González–Primo, pero debe hacer no menos de quince años. Sí. Soy de los viejitos. Ya sé que no puedo competir con los ventiladores sofisticados de hoy en día o contra los aires intergalácticos que vende...
Leer más¿Por qué escribo?
—¿Por qué escribís?—me pregunta la hoja en blanco de mi cuaderno. No supe que contestarle. Nunca me habían hecho esta pregunta y tampoco nunca me había puesto a pensar en una respuesta. Así que me la quedé mirando. Viendo los renglones que poco a poco iban incorporando palabras. Palabras salidas...
Leer másDecisiones equivocadas
Muchas noches acude tu nombre a mis labios y te susurro en la penumbra, tratando de recordar cómo era tu figura que tan bien conociera en aquel tiempo en el que éramos dos rebeldes sin prisas buscando un instante de amor fugaz que nos quitara el tedio de la vida....
Leer másNada más que pena
No pertenezco a ningún sitio sin embargo, siempre estoy deseando estar en otro lugar distinto de donde estoy. Las últimas decisiones que tomé no me resultaron satisfactorias. Por eso, ahora, me da mucho miedo tomar una nueva decisión. Me encuentro en un limbo sin saber muy bien que...
Leer más¡Oh! El amor, el amor
¡Tronco! Tronquito de mi corazón. ¿Cómo dice que le va al perrito más bonito de la cuadra? Mi chiquito lindo, esos cachetitos el buldogcito. Dichosos los ojos que te ven mi querido amigo, Tronco. Mucho no te puedo dedicar hoy, Tronquito porque me tengo que preparar para ir a la...
Leer másSe armó la gorda
¡Tronco! ¡Tronco! ¡Pará! No sabés lo que pasó. Ni te imaginas el quilombo que se armó esta mañana. De no creer. Mirá. Mírame las patitas. Todavía estoy temblando. Que nervios, che. Nunca viví nada parecido en mi vida. Déjame recuperar el aliento y te cuento. Ay, mamita. Que feo se...
Leer másLa inconclusa levedad de ser
Existen en el mundo millones de historias de amor incompletas por diferentes motivos; olvidos de comunicar la separación por parte de alguno de los involucrados, muertes prematuras de uno de los enamorados o porque al cartero del pueblo se le pierde la carta que contenía la sentencia final de un...
Leer másOda al Fernet
Oh! Aliado de mis noches, compañero de aventuras. Tú conoces mis reproches y conoces mis locuras. Oh! Manjar de la esperanza, traicionero de memorias, confesarte mis andanzas, serte fiel con las victorias. Oh! Delicia de los bares de esos viernes sin secretos, complaciendo paladares y un sabor casi...
Leer másMe salgo del camino
No te duermas porque ya hemos dormido, ni sueñes que tus príncipes no vendrán, si hay veces que las flechas de Cupido pasan de largo y nunca te rozarán. Solo sé que no sé cuando sucedió, pero en mi afán por jamás olvidarte, este pobre corazón se enmudeció, y...
Leer másSiempre tendremos Durrës
Sin buscarnos nos encontramos en el rincón menos pensado de Europa. Llegaste una tarde cualquiera de aquella primavera albanesa, con esa sonrisa que te caracteriza, tan tuya, tan mía y que se convirtió en el desayuno de cada mañana, en los paseos por la playa. En el más asombroso atardecer...
Leer más