Manual de uso Random
Bueno. Comencemos. Llegó el momento. Basta de andar con vueltas. Vamos a lo nuestro. Es la hora. Es ahora.
Lo que estás experimentando en tus manos no es más ni menos que un libro. Raro, ¿no? Digo, para los tiempos que corren somos pocos los afortunados que todavía podemos disfrutar de esta casi extinta y cavernícola manía de leer un libro en papel.
Tocalo. Acaricialo. Sentilo. Aprovechá este instante.
Quizá no sea de tu agrado lo que haya dentro. Quizás te vuele la cabeza. Quizá sean textos comunes y corrientes de otro loquito que se puso a escribir. Pero tenés un libro en las manos: tenés poder. Tenés un mundo infinito de posibilidades.
Olelo. Miralo desde todos los ángulos. Escuchalo. Te está hablando. Sí. Te habla solo a vos. Es tuyo. Tu amigo.
Si continuas con su lectura te comento que, como ya sabés, porque lo viste en la tapa y seguramente en el encabezado de cada bendita página, este libro se llama El momento Random. “Random” en inglés significa, aleatorio. Te estarás preguntando por qué le puse ese título. Simplemente porque contiene textos bien diversos. A lo largo de sus páginas vas a encontrarte con cuentos cortos de diferentes estilos, para reír, para llorar, de suspenso, de terror, de crímenes, relatos en primera persona, microcuentos, crónicas de viajes, etcétera. Como verás, una buena variedad de distintos estilos literarios. A todo esto, sumale que están meticulosamente desparramados y mezclados, por lo que su orden de lectura es casi nulo. Podés agarrar el libro, abrirlo en la página que quieras, leer un cuento, cerrarlo, agarrarlo nuevamente, abrirlo de forma aleatoria, leer otro y así hasta terminar los cerca de treinta y pico que hay. Para eso te dejé unos cuadraditos al lado de cada título para que le pongas una tilde, o lo que quieras, un puntaje, un asterisco, un +, un -, señal que lo leíste, cosa de que cuando abras el libro otra vez, sepas cual leíste y cual no. Cual te gustó más, cual te gustó menos. Cual aprobado, cual desaprobado.
¡Ojo! También podés leerlo de la forma tradicional, es decir, empezando por la página uno e ir avanzando numéricamente a la dos, a la tres y así hasta el final. Pero, tengo que informarte que es menos entretenido. Lo dejo en tus propias ganas de cómo te apetece más leerlo. No quiero limitarte ni coartar tu libertad de lectura, faltaba más. Lo importante es que lo leas. Que lo escribas. Que lo subrayes. Que taches palabras. Que completes textos incompletos. Que, si te sale dibujar algo en los márgenes, lo hagas. Que no sea simplemente una lectura pasiva. En resúmen, que juegues con el libro. Sí, jugar. Como cuando eras chico, ¿te acordás?
También es mi deber advertir al lector desprevenido que hay un par de cuentos un poco subidos de tono e inmorales que pueden causar repulsión y herir sensibilidades. Si no quieres leerlos, me parece bien. Me puedes mandar un correo electrónico y te digo cuáles son, así arrancas esas páginas paganas e indignas y te queda un librito más normal. Pero también te advierto que son cuentos, ficción. Son crudos, fuertes, aunque no tan desagradables como lo que puedes encontrar en televisión en hora pico. La idea de estos cuentos fue un desafío de escritura que me propuse, y salió lo que salió. En fin, estás avisado. Cualquier duda a pilag6@gmail.com.
Volviendo a Random
La génesis de este libro se forjó con la culminación de mi primer libro La soledad del alma, más o menos a fines de octubre de 2014. Fue sin querer que me encontré con un montón de cuentos que estuve escribiendo desde entonces. Textos tan diversos como parecidos en su esencia. Relatos e historias perdidas o encontradas en el cajón de la mesa de luz de mi mochila.
Desde esa fecha hasta ahora he viajado mucho (más de 40 países), he escrito otro tanto, y no sabía muy bien qué hacer con ellos. Algunos los publiqué en mi blog. Otros quedaron archivados en mi computadora. Otros gritaron que se querían organizar. Otros se organizaron y después de varias protestas, debates, piquetes, marchas, se unieron y decidieron ser libro. Decidieron ser una unidad. Un todo diverso. Quisieron ser parte de algo más grande que ellos. Yo simplemente me encargué de construirles su morada, su refugio, su base de operaciones. Porque ya no son más mis hijos, mis cuentos. Ahora son libres. Desde el momento que este libro tocó tus manos, fue libre, los textos fueron libres. Ahora vos tenés el poder, la obligación, el permiso de hacer con ellos lo que quieras. Son tuyos. Son de todos.
Son Random.
Pila González
Berlín, Alemania
Abril 2021
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